Si estás buscando cómo mejorar la relación madre-hija, este artículo es para ti.
Las relaciones rotas entre madre e hija son un problema común en nuestra sociedad actual. Muchas madres e hijas tienen problemas para comunicarse entre sí. La buena noticia es que hay muchas cosas que podemos hacer para ayudar a reparar la relación rota entre madres e hijas.
Sigue leyendo este artículo completo si quieres construir una relación fuerte y sana entre madre e hija.
1. Piensa en El Tipo de Relación Que Tienes
Lo primero que tienes que hacer cuando intentes mejorar tu relación madre-hija es observar: piensa por qué estás pensando en cómo mejorar la relación madre-hija.
¿Tienes una relación malsana? ¿Es una mala relación? Quizá sea una relación tensa, o quizá siempre hayas tenido una relación madre-hija disfuncional.
O tal vez tengáis un vínculo especial y la relación actual entre las dos funcione bien y sólo estéis buscando formas de mejorarla.
Independientemente del tipo de relación que tengas, debes ser capaz de identificarla antes de empezar a trabajar para mejorarla.
Así puedes identificar el tipo de relación madre-hija que tienes:
Empieza por ti misma
Una vez que sepas qué tipo de relación tienes con tu madre, tendrás que tomarte un tiempo para reflexionar sobre ti misma. ¿Qué te ha hecho pensar en cómo mejorar la relación madre-hija?
Pregúntate a ti misma: ¿Por qué me preocupa tanto cómo mejorar la relación madre-hija? ¿Qué significa mi madre para mí? ¿Cómo sería una relación madre-hija ideal?
Estas preguntas pueden parecer tontas al principio, pero realmente te ayudarán a iniciar el camino correcto.
Te ayudarán a comprender mejor lo que ocurre en tu interior. Una vez que entiendas de dónde vienes, podrás hacer cambios que os beneficien a las dos.
Identifica tus necesidades
A continuación, debes preguntarte qué necesitas de tu madre.
¿Necesitas su aprobación? ¿Necesitas su amor? ¿Necesitas su comprensión? ¿Necesitas su apoyo? Tal vez necesites a alguien que te escuche sin juzgarte.
Sea lo que sea lo que necesites de tu madre, deberías intentar averiguar qué puede darte ella.
Puede que te des cuenta de que necesitas más de una cosa de tu madre. Quizá te des cuenta de que necesitas su amor, o quizá necesites también su comprensión y su aprobación.
No debes intentar convertir a tu madre en alguien que satisfaga todas tus necesidades. En lugar de eso, céntrate en satisfacer tus propias necesidades.
Una vez que hayas identificado tus necesidades, estarás lista para seguir adelante.
Identifica las necesidades de tu madre
Ahora que sabes lo que necesitas de tu madre, tienes que averiguar lo que ella necesita de ti.
Si tienes la suerte de mantener una relación estrecha con tu madre, probablemente ya sepas lo que quiere de ti. Si no es así, tienes que empezar por preguntárselo directamente.
Aquí tienes algunas cosas que debes de tener en cuenta cuando preguntes a tu madre qué necesita de ti:
- ¿Qué espera de ti?
- ¿Espera que estés ahí para ella?
- ¿Espera que cuides de ella?
- Quizá necesite que la ayudes económicamente.
Por muy difícil que te parezca hablar de sus necesidades, si quieres mejorar tu relación madre-hija, tienes que hacerlo. Pregúntale y habla con ella abiertamente.
Piensa en la salud mental de tu madre
La salud mental de tu madre tiene mucho que ver con que mantengáis o no una buena relación madre-hija.
Si tu madre sufre depresión, ansiedad, trastorno bipolar, esquizofrenia o cualquier otra enfermedad mental, debes prestar atención a su estado.
Asegúrate de que estás al tanto de cualquier síntoma que pueda experimentar y de que estás dispuesta a ofrecerle toda la ayuda que puedas.
Identifica tus puntos fuertes y débiles
Para saber qué tipo de relación tienes actualmente con tu madre, es importante fijarse en los puntos fuertes y débiles que ambas tenéis.
De este modo, podrás identificar las áreas en las que necesitas mejorar.
Por ejemplo, si crees que necesitas trabajar para ser más solidaria, entonces tienes que pensar por qué no lo estás haciendo.
Quizá has estado demasiado ocupada para pasar tiempo con tu madre. O quizá no has tenido mucho contacto con ella porque trabajabas muchas horas.
Si identificas tus puntos fuertes y débiles, podrás utilizarlos para construir una relación más sólida con tu madre.
Mira tu historia familiar
Este es otro aspecto en el que debes fijarte. Si notas que tu madre tiene una relación difícil con sus padres, tienes que esforzarte por entender por qué.
Tal vez puedas aprender algo de sus experiencias, o incluso intentar no emular sus comportamientos si consideras tener algunos como los suyos.
También podrías preguntarle a tu madre por su infancia. Quizá la criaron unos padres maltratadores. Esto explicaría, por ejemplo, por qué no confía fácilmente en la gente. También deberías preguntarle por sus hermanos. ¿Siguen vivos? ¿Viven cerca? ¿Con qué frecuencia los ve?
Todas estas preguntas pueden ayudarte a comprender mejor a tu madre y podrás relacionarte mejor con ella.
Considera tu modelo de apego madre-hija
Existen muchos modelos de apego. Algunas madres son muy cariñosas con sus hijos, mientras que otras no muestran mucho interés. Algunas están más interesadas en enseñar que en escuchar, etc.
Puede que tu madre tenga un estilo de apego diferente al tuyo.
Así que, antes de decidirte a cambiar nada, tienes que averiguar cuál funciona mejor para ella.
Pregúntale qué tipo de madre quiere ser. También puedes decirle qué preferirías tú. También puedes preguntarle por su infancia. Seguramente te contará anécdotas de su infancia. Puedes utilizar esas historias como punto de partida para hablar de tu infancia.
Además, puedes leer libros sobre la teoría del apego. Estos libros te enseñarán a interactuar con tu madre de un modo que os beneficiará a las dos.
Asume la responsabilidad de tus actos
Reconozcámoslo: ya eres adulta y debes responsabilizarte plenamente de tus actos.
Cuando actúas como adulta, demuestras a tu madre que la respetas. Esto significa tomar las riendas de tu vida y tomar decisiones basadas en lo que crees que es mejor para ti.
No debes culpar a los demás de tus problemas. Debes aceptar que eres responsable de tu felicidad.
Así, cuando tengas problemas, no acudirás a tu madre en busca de apoyo. En su lugar, buscarás ayuda profesional.
En conclusión, para mejorar la relación madre-hija hay que reflexionar un poco. Tienes que ser proactiva y tomar medidas para cambiar las cosas.
Sin embargo, este proceso no es fácil. Requiere tiempo y paciencia. Pero si sigues intentándolo, acabarás teniendo éxito.
Una vez que hayas hecho todo esto, podrás pasar al siguiente paso para crear una relación madre-hija más sana.
2. Trabajar Juntas en Las Dificultades de la Relación
Una vez que tengas un diagnóstico claro del tipo de relación madre-hija que tienes, tendrás que empezar a trabajar para mejorarla.
Esto significa que tendrás que hablar con ella sobre los aspectos a mejorar en la relación o las posibles barreras que podrían provocar un conflicto madre-hija.
Piensa por qué intentas mejorar la relación con tu madre. ¿Lo haces porque te sientes mal por algo que hiciste en el pasado? ¿O lo haces porque quieres demostrarle que te preocupas por ella?
En cualquier caso, debes tener estas cosas en cuenta cuando hables con ella.
Crea nuevas reglas para tu relación madre-hija
Si no estás segura de por dónde empezar, deberías pensar en crear nuevas reglas para tu relación madre-hija. Hay dos tipos principales de normas: positivas y negativas.
Las normas positivas se centran en proporcionar estructura y orientación tanto en la vida de tu madre como en la tuya. Le permiten saber qué puede esperar de ti y le dan una sensación de seguridad.
Las normas negativas se centran en evitar determinados comportamientos. Por ejemplo, puedes decir "No me grites".
También puedes ponerte límites a ti misma. Si haces algo mal, puedes disculparte y explicar lo sucedido. Luego puedes compensarlo ofreciéndote a hacer algo bueno por tu madre.
Dedica tiempo a tu madre
Otra cosa que tenéis que hacer para trabajar juntas en las dificultades de vuestra relación madre-hija es pasar más tiempo juntas.
Nunca podrás resolver tus problemas con tu madre si no pasas tiempo de calidad con ella. Así que asegúrate de programar momentos regulares para pasar tiempo juntas.
Estos momentos deben incluir actividades como ir de compras, ver películas o simplemente pasar el rato en casa.
Habla de tus sentimientos
El último paso que debes dar antes de seguir adelante con tu relación madre-hija es hablar de tus sentimientos.
Hablar de cómo te sientes es una parte importante de cualquier relación sana. Sin embargo, es especialmente importante cuando se trata de tu madre.
Cuando hables de tus sentimientos, podrás llegar a la raíz del problema. Esto te ayudará a averiguar cómo resolver el problema.
Una vez que empecéis a trabajar juntas en la construcción de una relación madre-hija más sólida, podréis pasar al siguiente paso, que es el más importante de todos: la comunicación.
3. Centrarse en Una Comunicación Eficaz
Por último, la comunicación eficaz y honesta es uno de los aspectos más importantes de cualquier relación madre-hija.
Si no eres capaz de comunicarte eficazmente con tu madre, nunca podrás mejorar la relación madre-hija.
La comunicación eficaz incluye:
- Escuchar
- Comprender
- Responder adecuadamente
- Ser honestos, amables y abiertos con los demás
- Centrarse en los atributos positivos de la otra persona
Además, recuerda siempre que una comunicación honesta es una comunicación segura.
Quieres tener un vínculo fuerte con tu madre, así como una relación satisfactoria, y la única forma de conseguirlo es siendo sinceras y abiertas la una con la otra.
De este modo, podréis superar cualquier tipo de dificultad relacional que converte vuestra relación madre-hija en una relación hostil y también podréis construir un vínculo saludable.
Preguntas Frecuentes
Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que recibimos sobre cómo mejorar las relaciones entre madres e hijas:
¿Qué es una relación madre-hija tóxica?
Una relación madre-hija tóxica es aquella en la que hay un conflicto constante entre las dos personas. El conflicto suele tener su origen en problemas no resueltos entre las dos.
En una relación madre-hija normal, ambas partes se respetan e intentan comprender sus diferencias.
En una relación tóxica madre-hija, ninguna de las partes respeta a la otra. En cambio, se culpan mutuamente de los problemas de la relación. Discuten por todo, incluso por el tiempo que pasan juntas.
La hija puede sentir que su madre no se preocupa por ella ni por lo que quiere. Siente que su madre solo se preocupa de sí misma y que no tiene interés en pasar tiempo con ella.
La madre puede pensar que a su hija no le interesa nada más que salir de fiesta y con los amigos, etc.
Si sientes que tienes una relación madre-hija tóxica, no dudes en buscar ayuda. Hay muchas formas de afrontar esta situación.
¿Cómo influye una madre en el comportamiento de su hija?
Las madres pueden influir de muchas maneras en el comportamiento de sus hijas. Algunas de ellas son:
- Las madres que gritan suelen enseñar a sus hijas a gritar. Cuando esto ocurre, la niña aprende a utilizar la ira como herramienta para expresar sus emociones.
- Las madres que critican y juzgan muestran a sus hijas cómo es el mal comportamiento. También enseñan a sus hijas a juzgar a los demás por su apariencia.
- Las madres que no disciplinan a sus hijas suelen enseñarles a desobedecer las normas.
- Las madres que ignoran a sus hijas suelen enseñarles a ser egocéntricas.
- Las madres que están demasiado ocupadas para pasar tiempo con sus hijas suelen enseñar a sus hijas a descuidarse a sí mismas.
Éstos son sólo algunos ejemplos de cómo las madres pueden influir en sus hijas. Hay muchas más formas en que las madres pueden influir en el comportamiento de sus hijas.
¿Cómo puedo establecer límites y expectativas en mi relación madre-hija?
Para establecer límites y expectativas en cualquier tipo de relación, es muy importante conocerse primero a uno mismo.
Tienes que averiguar con qué te sientes cómoda y con qué no. Una vez que sepas con qué te sientes cómoda, podrás empezar a establecer esos límites y expectativas con tu madre.
Por ejemplo, si te sientes incómoda cuando tu madre habla de su ex marido o de sus errores pasados, entonces debes decirle que no quieres hablar de esas cosas. Si no te escucha, puedes poner fin a la conversación. Incluso puedes decirle algo como "Lo siento, pero la verdad es que no quiero oír hablar de todo eso ahora mismo".
Si te sientes incómoda hablando de ciertos temas con tu madre, puedes simplemente evitarlos por completo, pero siempre dejando claro por qué los evitas.
Por ejemplo, si crees que tu madre está cotilleando sobre alguien a tus espaldas, puedes decirle simplemente algo como "Mamá, no quiero hablar contigo de eso porque creo que estás cotilleando sobre otra persona".
Establecer límites y expectativas es un proceso continuo.
Se necesita práctica para hacerlo mejor. Pero una vez que hayas establecido esos límites, verás que tu madre te respetará más y vuestra relación mejorará.
¿Qué hago cuando mi madre empieza a criticarme?
Cuando tu madre te critica, puede sentir que está intentando ayudarte.
Sin embargo, las críticas nunca son útiles. La crítica nos pone a la defensiva y tendemos a arremeter contra nuestros padres en lugar de escucharles.
En lugar de enfadarte, intenta comprender el punto de vista de tu madre. Intenta ver las cosas desde su perspectiva. Hazle preguntas como "¿Por qué has dicho eso?" o "¿Qué habrías dicho tú en su lugar?".
Intenta buscar el lado positivo de la situación.
Por ejemplo, si tu madre dice algo negativo sobre tu peso, pregúntale: "¿Qué prefieres que haga? ¿Prefieres que adelgace o que coma sano?".
Intenta mantener la calma y recuerda que tu madre te quiere. Solo quiere lo mejor para ti.
¿Por qué es difícil la relación con mi madre?
Hay muchas razones por las que las personas tienen relaciones difíciles con sus madres. Algunas de ellas son:
- Tu madre no te dio suficiente amor y atención mientras crecías.
- Tus padres eran demasiado estrictos y controladores
- Tus padres no estaban disponibles emocionalmente
- Tus padres fueron físicamente abusivos
- Tus padres tenían expectativas poco realistas de ti
Sea cual sea el caso, no hay razón para seguir atascado en una relación negativa con tu madre. Así que céntrate en lo que puedes hacer para arreglar la situación en lugar de en lo que no puedes controlar.
¿Cómo puedo superar el miedo a decepcionar a mi madre?
El miedo a decepcionar a tu madre es normal. Sin embargo, cuando te preocupas constantemente por decepcionarla, acabarás sintiéndote ansiosa y estresada.
Si te preocupa que a tu madre no le guste tu aspecto o tu forma de actuar, es hora de que des un paso atrás y pienses en lo que quieres para ti. Si no te sientes bien contigo misma, ¿cómo esperas que lo hagan los demás? Tienes que encontrar formas de sentirte feliz para poder estar en paz con lo que eres.
También puedes preguntarte por qué tienes miedo de decepcionar a tu madre. ¿Es posible que en realidad tengas miedo de perder su aprobación?
Si es así, deberías trabajar para mejorar tu autoestima. Empieza por hacer pequeñas cosas cada día que te hagan sentir orgulloso de ti misma. Por ejemplo, ir al gimnasio, cocinar comidas sanas, leer libros, etc.
Además, si quieres superar este miedo, empieza por hacerte estas 3 preguntas:
- ¿De qué tengo miedo?
- ¿Por qué me siento así?
- ¿Cómo afecta esto a mi vida?
Cuando empieces a responder a estas preguntas, te darás cuenta de que en realidad no tienes miedo de decepcionar a tu madre. Más bien, tienes miedo de ser infeliz porque temes perder su aprobación.
Así que deja de preocuparte por complacer a tu madre y empieza a centrarte en ser feliz tú misma. Esto te dará la confianza que necesitas para vivir una vida más feliz y, en última instancia, mejorar tu relación madre-hija.
¿Qué debo decirle a mi madre para mejorar nuestra relación?
Lo mejor que puedes hacer para mejorar tu relación con ella es escucharla y entender de dónde viene. No tienes que estar necesariamente de acuerdo con ella, pero si quieres mejorar el vínculo entre las dos, tienes que intentar entender por lo que está pasando.
Habla con ella, hazle preguntas sobre su vida y muéstrate abierta a escuchar su versión de la historia.
Además, evita discutir con ella. Discutir no soluciona nada y solo empeora las cosas.
Recuerda que tu madre ha pasado por muchas cosas a lo largo de su vida. Probablemente ella también haya pasado por momentos difíciles. Sería bueno que le mostraras compasión y comprensión.
Recuerda centrarte en la comunicación efectiva y la honestidad. Estas dos cualidades son esenciales para construir una buena relación madre-hija.
Y por último, sigue cada parte de los pasos anteriores y seguro que encuentras formas de mejorar la relación tanto con tu madre como contigo misma.
Conclusión
La clave para mejorar la relación madre-hija es centrarse en reforzar el vínculo con ella. Puedes empezar por aprender todo lo que puedas sobre ella.
Después, puedes hablar con ella de tus sentimientos y necesidades. Por último, podéis apoyaros mutuamente en los retos de la vida. Recuerda: mientras ambas trabajéis juntas para fortalecer vuestro vínculo, podréis conseguir una relación madre-hija feliz.
Esperamos que nuestro artículo te haya ayudado a entender cómo mejorar las relaciones madre-hija y te deseamos lo mejor.
Buena suerte.